
Migrar o dejar el lugar donde hemos echado raíces es una de las experiencias más transformadoras que podemos vivir.
Más allá de la emoción por lo nuevo, existe un proceso emocional profundo, a menudo subestimado: el duelo.
Este duelo no solo se experimenta al cambiar de país, sino también al mudarnos de la ciudad o el barrio que hemos llamado hogar durante mucho tiempo.
El duelo migratorio es un proceso psicológico que surge como respuesta a la pérdida del entorno familiar, social y cultural que se deja atrás al emigrar.
No se trata sólo de extrañar un lugar, sino de la ruptura con una forma de vida, costumbres, redes de apoyo y la propia identidad construida en ese contexto.
Este duelo es complejo porque implica múltiples pérdidas simultáneas:
Aunque a menor escala, mudarse dentro del mismo país también puede generar un duelo significativo.
Dejar la casa donde crecimos, el barrio donde vivimos gran parte de nuestra vida o la ciudad que nos acogió durante años implica despedirnos de una parte de nosotros mismos.
Este duelo se caracteriza por:
Tanto el duelo migratorio como el duelo por dejar un hogar pueden manifestarse a través de diversos síntomas:
Es fundamental reconocer y validar este proceso emocional. Algunas estrategias para afrontar el duelo incluyen:
El duelo migratorio y el duelo por dejar un hogar son procesos complejos que requieren tiempo y comprensión.
Elige la forma más cómoda para ponerte en contacto conmigo.
Que tú eres tu mejor regalo.
